Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



lunes, 26 de junio de 2017

5/5/2017 – El castillo de Meranges

Con dos castillos ya localizados, Pep decide que es hora de ir por el tercero, el castillo de Meranges. Cada tantos años, habíamos venido aquí, intentando buscar infructuosamente un castillo que se menciona con insistencia en los documentos antiguos.

En la larga pista forestal que sube hasta la finca de Meranges, vemos que han estado trabajando en el bosque pero, de momento, sin abrir pistas nuevas.  Aparcamos cerca de la casa. La niebla sube desde el valle abajo mientras miramos alrededor nuestro. ¿Tantos campos para una sola casa?, nos preguntamos.

Mirando hacia el oeste, con la casa de Meranges en el primer plano

Y hacia el sur

En salidas anteriores, habíamos encontrado la Portella de Baix y de Dalt (que van a Sant Vicents y la zona de Ca la Beneta, respectivamente), las Rovires Negres, el camino a Castellar de N’Hug y los caminos hacia el sur, a las casas de Bruc y Puig.

Subimos a la casa. Está rehecha, no queda rastro de nada antiguo y además, está cerrada y es imposible saber qué hay en su interior. Un poco hacia el este, sobre una pequeña elevación, hay una cisterna circular de hormigón. Sería un emplazamiento perfecto pero no hay ni una sola piedra que dé cualquier indicio de algo medieval.

Mirando hacia las rocas detrás, veo un camino que marcha hacia el este y que no nos consta pero Pep primero quiere ir hacia el norte, buscando caminos que suban a la cresta del Serrat de Meranges por si uno de ellos fuera el camino del castillo.

Subimos un camino que muere en una carbonera. Sigue un flanqueo precario buscando un castillo imposible. Un quebrantahuesos patrulla las rocas, acompañado por un par de buitres y chovas. Volvemos al camino que yo había visto esta mañana. Va cruzando zonas de cultivo perdidas en el bosque, finalmente muriendo en una cuesta.

Flanqueamos hasta llegar al camí ral a Castellar de n’Hug, que pasa por la Collada de les Rovires. Es un camino que ha sido empedrado en algunos tramos y ahora forma parte de la Xarxa Lenta.  
Tramo empedrado del camí ral a Castellar de n'Hug

Llegamos a una zona más llana que ha sido cultivado, cerca de la Serra de Seró, y dejamos el camino, subiendo por los bancales. Está todo muy verde.

Entrando en la zona de cultivo

En el límite superior de los campos, parece haber un camino. Nos dividimos: Pep y Carles suben directamente hacia la cresta mientras mi papel es seguir el camino hacia el noroeste para hacer el track en el GPS. Al final, el camino se pierde en una zona sin vegetación. Empiezan a caer gotas. Se avecina un chubasco con un cielo amenazador, y yo aquí, solo, subiendo esta cuesta desolada.

Finalmente llego arriba. Se ve el pueblo de Castellar de n’Hug y detrás, Puigllançada bajo una cortina de lluvia. Nos encontramos nuevamente en la cresta y bajamos hasta un pequeño collado, con una cuesta que desciende hacia el sur, con claros signos de haber sido cultivado. Un poco más al norte, un cerro en cuya cima ondea una bandera catalana. ¿Estará allí el castillo?, se pregunta Pep, absorto en su obsesión personal.

La zona cultivada donde comimos

Decidimos almorzar en los prados formados por los antiguos campos. Sale el sol y todo el ambiente cambia. Propongo que sigamos bajando por los campos, a ver si hay una salida. La cuesta se va estrechando como un embudo y parece abocada al precipicio, pero al final de todo, en una de las puntas, vemos un camino, con peldaños cortados en la roca, que nos lleva por el único paso posible entre dos precipicios, e iniciamos la bajada hacia la casa de Meranges.

Iniciamos la bajada con precipicios a ambos lados

Tras un largo descenso, empalmamos con el mismo camino que vi esta mañana. Desde abajo, es imposible saber que aquí empieza un camino que sube a estos campos colgados entre las rocas.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 6,9 km; 485 metros de desnivel acumulado.

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