Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



lunes, 14 de mayo de 2018

27/4/2018 – Aranyonet

La primavera avanza imparable y todo parece indicar que hoy, hasta tendremos calor. Pep quiere cumplir el plan esbozado la semana anterior y aparcamos en el collado frente a la casa del Boix, el mismo con el inquietante círculo de piedras, con la idea de buscar las conexiones entre Oliba y Aranyonet.

Sin embargo, primero hay que situar la casa de Castellet, sobre el Torrent de Aranyonet, frente al pequeño pueblo de Aranyonet y la casa de Muntades.

Seguimos la pista hasta el cruce de caminos en la umbría de Oliba. Desde aquí, tendría que salir el camino a Sant Jaume de Frontanyà pasando por el Pas de les Baumes, todavía un tema pendiente.

Continuamos subiendo en dirección a Palomera. El bosque da paso a los campos y, en el punto más alto, vemos las ruinas de Castellet. Poca cosa queda.

Un camino marcado bordea el risco, con vistas a Muntades y Aranyonet abajo, las montañas de Montgrony detrás. Nuestro camino muere en el Torrent de Palomera. Subimos el valle hasta entrar en la pista que lleva a Palomera, y poco después vemos los primeros campos.

Palomera es un lugar muy curioso. Construida sobre un pequeño cerro, la casa parece fortificada. Es un lugar muy solitario, con los riscos de Tubau delante. En un grupo de árboles cercano, Pep y Carles encuentran la casa medieval.


La casa de Palomera; en el fondo, los Rasos de Tubau

Detalle de una de las ventanas

El inicio del camino a Muntades está marcado con piedras. Al dejar atrás los campos, entra en un bosque. Se ve muy usado y ahora, con la hoja recién salida, muy pintoresco. Rodeamos la casa de Muntades, la única habitada, y comemos cerca de la pista encima de la casa. Todo está muy verde.

El camino de Palomera a Muntades

Vista general de Muntades; detrás, en la sombra, se distinguen algunas casas de Aranyonet

Una vista más próxima de Aranyonet

Entramos en el pequeño pueblo de Aranyonet por un camino ancho que pasa entre las casas. Parece una burbuja parada en el tiempo. Al doblar cada esquina, esperas ver a gente entrando y saliendo de las casas, mulas llevando cargas, el ruido alegre de niños, el cura que habla con los feligreses, pero no hay nadie. Algunas casas están en estado ruinoso y otras enteras, pero sin vecinos. La iglesia es del siglo XIX pero Pep ve unos arcos románicos debajo de la rectoría, que serían la antigua iglesia.

 El camino de entrada de Aranyonet

Y la iglesia de Sant Romà

Pep está maravillado. ¡Nunca ha estado aquí! “Pero las veces que hemos estado cerca y nunca has expresado ningún deseo de venir”, exclamo. Pep se encoge de hombros. “Tenía otras prioridades”, justifica.

La casa de Extremera y el camino de Sant Jaume de Frontanyà

Tomamos el camino de Sant Jaume de Frontanyà, pasando por la casa de Extremera, la última del pueblo. El camino está señalizado con las marcas de la Xarxa Lenta pero se hace más perdedor al bajar por una fuerte pendiente hacia el Torrent de Aranyonet. Cruzamos el riachuelo y subimos por el otro lado, ya más evidente, hasta llegar al cruce de caminos en la umbría de Oliba. Deshaciendo la pista, llegamos otra vez al coche.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 11,6 km; 470 metros de desnivel acumulado.

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